La oposición a excepción del PSOE, vota en contra de la ordenanza que pretendía erradicar las heces de perros en las calles y la ampliación de horarios para llevar  a los perros sueltos.

El Pleno del Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, en sesión ordinaria celebrada en noviembre, aprobó inicialmente la modificación de la “Ordenanza municipal reguladora de la tenencia y protección de animales”, pero en el Pleno de ayer que suponía la aprobación definitiva la oposición, a excepción del PSOE,  junto con el voto de Elena Domínguez (grupo no adscrito) votaron en contra de la ordenanza que, entre otras cosas, busca erradicar las heces de los perros en las calles.

La votación definitiva a la ordenanza fue, a favor ICxP, Somos, UxP y PSOE y en contra PP, Ciudadanos, IU y Elena Dominguez.

La modificación de la ordenanza, que sustituye a la anterior regulación local de 2013, tiene los siguientes objetivos:

  • Fomentar la tenencia responsable de cualquier tipo de animal, especialmente perros, y evitar el abandono.
  • Crear áreas de esparcimiento canino.
  • Desarrollar inspecciones para el cumplimiento de esta ordenanza.
  • Realizar un control exhaustivo de los animales domésticos que residen en el municipio.
  • Fomentar una convivencia armónica entre los animales y la ciudadanía.
  • Ampliación de horarios para poder llevar a los perros sueltos.

Era necesario adecuar nuestra ordenanza de 2013 a la evolución normativa de la legislación que le sirve de base. La nueva norma hace hincapié en la tenencia responsable de los animales, evitando posibles molestias a terceros. Se pretende ampliar las zonas de esparcimiento canino y los horarios para tener sueltos a los perros y, por otro lado, se ampliarán los datos incluidos en el censo, con el ADN del perro, de manera que se puedan solventar problemas como el abandono de animales (a los que previamente quitan el chip), el sacrificio de los mismos, el ataque de perros sueltos a otros perros o a personas, o la posibilidad de sancionar en caso de no recoger las heces.

Este es el siguiente paso, después de las campañas de concienciación y los carteles que se colocaron en diferentes puntos del municipio, por parte de la concejalía de Medio Ambiente.

Resulta obvio que, a día de hoy, por más campañas de sensibilización que puedan proyectarse, el problema provocado por el incivismo de algunos dueños de animales domésticos, sobre todo perros, se encuentra muy lejos de ser resuelto.

Cada vez son más los consistorios que se ponen “manos a la obra” y se enfrentan a la problemática a través de nuevas iniciativas y proyectos. Las molestias causadas por los malos olores y la falta de salubridad derivadas de la no recogida de deposiciones de perros por parte de sus incívicos propietarios han motivado la aparición de un nuevo proyecto. Dicho proyecto pasa por tener a los animales, perros en este caso, correctamente identificados, no únicamente por el hecho de implantar un microchip homologado al animal, que permite identificarlo electrónicamente, sino por la creación de un banco de ADN de perros a nivel municipal, que permite identificarlos mediante lo que se denomina huella genética.

Así pues, algunos municipios han obligado a sus conciudadanos propietarios de perros a registrar el perfil genético de sus mascotas, para crear un nuevo registro municipal que complemente al actual con información genética de los animales. Si hasta el momento no existía ninguna herramienta capaz de identificar al dueño del perro cuyas deposiciones no eran recogidas, ahora, a través de la información genética del perro registrada, será posible identificar al infractor y sancionar el incumplimiento de la obligación de recoger los excrementos de los canes.

De esta manera, a través de la recogida y análisis de muestras de heces en laboratorios cualificados se obtiene el ADN del can que, una vez cotejado con los datos obrantes en el registro municipal, permite identificar y sancionar al infractor que dejó de recoger las heces de su mascota. Mediante tal iniciativa, algunos ayuntamientos españoles aseguran haber reducido hasta en un 80% la presencia de heces caninas en sus calles, a la par que han visto incrementado el número de procedimientos sancionadores iniciados a raíz del incumplimiento de la obligación de recoger las heces de una mascota, al resultar mucho más fácil identificar al infractor.

Aunque hay quienes ven en el ADN el futuro de la identificación animal, de momento la huella genética se ve como un complemento al chip, que no desaparecería, entre otras cosas, porque es un sistema más rápido e inmediato. Con un simple lector un perro extraviado, abandonado o robado puede ser identificado en cuestión de minutos. Sus datos se comparan con los de las bases de las comunidades y se localiza al dueño.

Para que el ADN sustituyera al chip tendría que ser obligatorio en todo el territorio nacional y se necesitaría más tiempo para identificar a la mascota. De hecho, los veterinarios ven dudas en el uso de este sistema en algunas aplicaciones como, por ejemplo, en temas de abandono o incluso para los casos de extracción de chip. Sin embargo, como se ha dicho, parece mostrarse eficaz en la lucha contra la presencia de heces.